El Valle de O Rosal, entre el océano y el río Miño, es un trozo de bellísimo territorio delimitado por una cordillera que le da una forma de vieira.
Se emplaza entre los ayuntamientos de la monacal Santa María de Oia, de la turística villa de A Guarda y del amplio territorio de Tomiño. Tiene un paisaje de monte y verde campiña, mitad fluvial y mitad marítimo, con el Miño y Portugal a lo lejos.
Su extensión es de 41,2 km cuadrados y según el censo de 1995 su población es de 5.898 habitantes. Está formado por cuatro parroquias:
Su acceso está constituido por la carretera Tui-A Guarda. Es una tierra de huerta en su mayor parte y sólo en la costa es montañosa y abrupta.
En su vertiente merece visitar el conjunto de molinos de agua de Fornelos y en su campiña los abundantes cruceros. Pero lo más atractivo es su dulce paisaje y sus exquisitos frutos.